Es el último libro que nos ha llegado desde Boolino. Cuando vi el título, pensé que nos iba a venir guay teniendo en cuenta los días que se avecinaban. Os pongo en antecedentes.
En marzo, más o menos, decidimos pasar a V a su habitación (nos despertábamos todos mucho juntos y decidimos probar a dormir con tabique de por medio), así que le encargué una camita preciosa a Picarazán, para adornar un poco la salida de la cohabitación. La chica que hace estas casitas tenía un montón de pedidos y lista de espera de un mes, pero como nosotros ya habíamos tomado la decisión y nos había costado tela, pues colchón de cuna al suelo y sábanas bonitas nos parecieron cosas suficiente para hacer la transición.
Y ahí sigue desde entonces, o se despierta mucho menos, o se despierta y se vuelve a dormir, pero oye, que las añoradas dormidas del tirón han vuelto a nuestro hogaaaar! A ver, más o menos un tercio de los días se viene a nuestra cama, jajaja, pero el resto dormimos toda la noche, y nos parece más que bastante =)))))
Sé que hay mapás más rígidos con los colamientos de hijos en cama conyugal, pero no es nuestro caso y nos va bien así. Si lo piensas un poco, despertarte con 2 años y medio sola en una habitación, no mola nada, pero si sabes que justo al lado están mamá y papá siempre dispuestos a hacerte un hueco, la cosa mejora, ¿no?
Bueno, al lío, que yo he venido aquí a hablar de mi libro. La segunda quincena de julio, V y papá de V se mudaban a casa abuelil, porque me daba pensarla dejarla en Madrid todo julio, sin sensación ninguna de vacación. Allí va a una ludoteca por las mañanas y luego tras hacer la siesta en casa, tiene tooooda la tarde para disfrutar de campo, pisci y primos. La maravilla.
Pero claro, hemos estado temiendo el momento irse a dormir sin tetita, durante un mes antes, por lo menos jajaja. Y es que V viene haciendo una toma somnífera después de cenar que consigue que en un minuto aprox. nosotros empecemos a tener vida parejil sin tener que pasar por rituales ni movidas varias que me cuentan otros mapás, donde además, normalmente es la mamá el humano más requerido para llevarlos a cabo.
Y aquí entra en acción el libro nuevo. Se lo empezamos a leer entre la cena y la teta, para que lo fuera relacionando con el momento de irse a dormir. Trata de una niña que no se quiere acostar y les va proponiendo actividades cero relajantes a sus progenitores, a los que ellos responden pacientes con otras más propias de los momentos previos al sueño.
Las ilustraciones son muy bonitas, tienen mascotilla y al final Noa se duerme, pero sola sola, no jajaja. Eso sí, el cuento es super tierno y viene guay para enseñarle al vástago que hay determinadas actividades que no se pueden hacer en ese momento del día, tipo saltar encima de mapá, ir al parque (en realidad V dijo Pandoras, pero no sé si servicios sociales tendría algo que objetar) o comerse un helado. Es complicado convencer a un niño de que se acueste teniendo tantas cosas guays que hacer. ¿Quién no se ha quedado de fies aún sabiendo que al día siguiente había que madrugar? Y de poco le sirve a V que le recuerde cómo se le ha caído la cabeza encima de la sopa o los guisantes en varias ocasiones…pero claro, hay que lograrlo de algún modo, y aquí cada uno se busca la vida como puede.
Yo pensaba (soñar es gratis) que «Noa se duerme sola» nos iba a dar la clave para saltarme todas esas cosas de las que os hablaba: cuento, masaje, canción, hacer como que te duermes con el cachorro…pfff, y es que me de muchísima pereza el tema; a esas horas nos quedan una o dos barritas de paciencia y/o energía, y por lo que veo alrededor, generalmente ocurre parecido en el resto de hogares con descendencia.
Así que aquí vamos a seguir con la tetita hasta donde lleguemos. Y, aunque otro miedo que tenía era que se me retirara del todo la leche, no ha sido así (hemos estado 4 noches sin vernos), así que fenomenal.
Deciros también que V se ha quedado dormida todos los días nada más cenar sin cuento ni buenas noches ni nada, porque aquí no para y llega a la noche agotada, así que tanto agobio para nada (como con tantas otras cosas).
Hacía casi un mes que no actualizaba, que he estado a tope de vivir (y de trabajar, para qué engañaros), y se me han acumulado 12 borradores :O, así que espero volver pronto. Os dejo unas fotos de la cama de Picarazán, que es chulísima.
Muaaaa
Mil gracias bonita!!! Espero que os haya ayudado la cama…. por aquí en casa del herrero cuchillo de palo… la cama no sustituye a la Teta ! Pero bueno, seguiremos trabajando en ello…Me apunto el libro, un besazo!!
La Teta es insustituible jajaja, pero digo yo que poco a poco irán perdiendo inte(ta)rés. Gracias a tíiii :***)